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El Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios de Organizaciones de la Sociedad Civil (RENACOM), fue una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID- 19, en el mes de agosto. surge en consonancia con las políticas del Estado Nacional de lucha contra el hambre. Dicho relevamiento se propone generar una base de datos nacional y un mapa con estadísticas confiables y precisas. De esta manera el Ministerio espera garantizar con mayor eficacia la seguridad alimentaria de cada territorio

Los principales destinatarios de esta política pública nacional fueron organizaciones sociales que brindar asistencia alimentaria gratuita a personas en situación de vulnerabilidad social, al menos 3 días a la semana sirviendo comidas principales, desayunos y/o meriendas, y/o copas de leche, en diferentes modalidades de entrega. Siendo requisito que sea ésta la tarea la central.

Desde la Secretaria de Extensión y el Consejo Social de la FCS se conformó un equipo técnico interdisciplinario de docentes, egresados/as y estudiantes, para brindar apoyo técnico a las organizaciones sociales que tengan comedores y/o merenderos y quieran inscribirse en RENACOM. El involucramiento de la Facultad en esta tarea de apoyo surge por el conocimiento de las características organizativas generales de estos espacios, la infraestructura con la que cuentan, el escaso o incluso nulo acceso a la conectividad[1] y diversos recurso económicos y humanos con los que desarrollan su labor diaria. Como Facultad se aposto a difundir y promover el acceso al registro y achicar la brecha social y tecnológica que impide la participación de organizaciones sociales y comedores comunitarios en dicha política.

En una primera instancia desde la Facultad de Ciencias Sociales se tomó contacto con las organizaciones sociales vinculadas la unidad académica: Centros de prácticas, articulaciones con la Secretaria de Extensión, miembrxs del Consejo Social, destinatarios de la Campaña #Activemos Córdoba Solidaria[2], Comedores y Merenderos involucrados en la Campaña Comer Bien[3]. A partir de este momento se pudo facilitar a las organizaciones la información necesaria para la autogestión de la inscripción, identificar aquellos espacios que solicitaban apoyo técnico y acompañar la carga de formularios si era solicitado.

El proceso de carga en el registro supuso tres etapas pautadas por el Ministerio. El primero de preinscripción mediante un formulario[4]. La segunda una validación remitida a la Dirección Nacional de Seguridad Alimentaria (DNSA) dependiente del Ministerio. Dicha verificación generaba una emisión de Constancia de Relevamiento. Finalmente, la inscripción propiamente dicha en el registro, la cual era informada a las organizaciones sociales vía mail. 

El medio de comunicación utilizado con los comedores y merenderos fue la plataforma de mensajería WhatsApp (a la cual se puede acceder sin necesidad de acceso a internet) y llamadas telefónicas. De esta manera se pudo garantizar el acompañamiento en todas las etapas. Cada integrante del grupo de apoyo tuvo asignado un mínimo de 2 comedores/ merenderos para acompañar en esta tarea, logrando un vínculo fluido con los referentes y un seguimiento particular de cada situación.

En total se relevaron 46 espacios comunitarios de asistencia alimentaria, 27 de Córdoba Capital y 19 de localidades del Interior provincial, pertenecientes a 10 organizaciones sociales. se registraron 20 comedores, 24 merenderos y 2 comedor / merendero. Cabe destacar que en varias situaciones se garantizó el cargado con referentes de organizaciones. A todos se les brindo la información necesaria para la autogestión del Registro: video explicativo en plataforma YouTube y datos específicos solicitados en las diversas solapas del formulario:  organización de la sociedad civil, espacios comunitarios, responsable y colaboradores[5]. Al momento del relevamiento los comedores y merenderos asistían alimentariamente un total de 3081 personas de diversos grupos etarios. En Córdoba Capital 2094 personas y en otras localidades de la provincia 987 personas.

Las propuestas de los organismos del estado continúan teniendo cierto nivel de complejidad que las vuelve inaccesibles para algunas organizaciones y genera una sobrecarga mayor para los grupos socialmente vulnerables, que requieren de su asistencia.

Otro aspecto a tener en cuenta es el escenario de emergencia sanitaria a nivel mundial y las acciones que impulsó el Estado durante el ASPO pusieron en evidencia la importancia del acceso a la conectividad como derecho. El alcance de la conectividad a todos los territorios debe ser considerada una medida relevante para mejorar de la calidad de vida de toda la población.