30 / Marzo / 2022

En el marco del retorno a la presencialidad plena, y tras dos largos años de trabajo virtual/remoto, nuestra institución enfrenta grandes desafíos para seguir cumpliendo sus funciones educativas principales así como para sostener de manera eficaz los procesos de trabajo cotidiano que lo permiten.

Uno de dichos desafíos es el de demostrar que puede continuar desarrollando sus funciones sociales, de manera eficaz, al tiempo de comprobar que estamos en condiciones de aprehender lo mejor de los profundos procesos de transformación laboral que se produjeron fruto de la pandemia. Todo ello sin menospreciar, bajo ningún punto de vista, el resguardo de la salud y el bienestar de las y los trabajadores docentes y nodocentes que nutren de vida a nuestra Facultad.

En este contexto, durante el mes de marzo del presente se desarrolló un proceso institucional de evaluación del trabajo remoto no docente que mantuvo la Facultad en funcionamiento durante los años de virtualidad, 2020 y 2021.

Nos propusimos producir información precisa y pertinente que permita evaluar y tomar decisiones de gestión, recuperando las experiencias productivas del uso de las herramientas de la virtualidad para una etapa de transición, así como para proyectar, académica e institucionalmente, la FCS.

De modo específico, a partir de la implementación de una encuesta a trabajadoras y trabajadores nodocentes, analizamos los datos disponibles vinculados a resultados académicos y a eficacia-eficiencia en el trabajo administrativo en contexto de pandemia.

En suma, el objetivo de esta evaluación fue responder a la pregunta: ¿en qué condiciones y con qué recursos se desarrolló el trabajo no presencial dentro de la Facultad de Ciencias Sociales?

Para responder a esta pregunta se aplicaron dos instrumentos: una encuesta al personal no docente y un relevamiento sobre el trabajo administrativo de las diferentes Áreas y Secretarías.

Se tomaron en cuenta las siguientes dimensiones: la infraestructura tecnológica, los elementos normativos y reglamentarios, y los aspectos personales e individuales de directivos/as y trabajadoras/es.

Esta iniciativa se desarrolló durante la 2da quincena del mes de marzo y buscó aportar evidencia e insumos para la toma de decisiones y para la elaboración de propuestas para la adecuación de la normativa vigente a los cambios y aprendizajes producidos durante la pandemia. También se pretendió  identificar áreas de oportunidad para fortalecer el trabajo remoto y mejorar el desempeño de los equipos de trabajo.

La capacidad de respuesta y de adaptación de los procesos administrativos permitió, en gran medida, la continuidad de las tareas de la Facultad. De todas maneras, es necesario conocer en qué condiciones se desplegaron las tareas, el uso, propiedad y provisión de tecnología, las estrategias de abordaje de trabajo (individuales y en equipo), la capacitación previa, la calidad del trabajo, los cambios en las exigencias y demandas y las opiniones y percepciones de los/as trabajadores sobre lo realizado.

 

PRINCIPALES RESULTADOS DE LA ENCUESTA

Condiciones para el trabajo remoto

Como se puede observar en los resultados principales de la encuesta implementada la mayoría de las y los trabajadores logró desarrollar sus tareas a través de las herramientas virtuales en condiciones satisfactorias.

A saber:

  • 91% Utilizó el sistema de gestión documental;
  • 85%  realizó un uso intensivo de herramientas digitales para la coordinación del trabajo en equipo;
  • 90% de los/as encuestados/as afirma haber tenido buena conectividad en su domicilio;
  • 81% reconoce haber simplificado procedimientos con el trabajo no presencial;

Por otra parte, en función de las potencialidades del trabajo remoto se observa que el trabajo no presencial también permitió:

  • aumento de productividad (82%);
  • ahorro de tiempo y dinero (91%);
  • mayor tranquilidad para desarrollar tareas que requieren concentración;
  • visibilizar cuáles eran las tareas esenciales;
  • conciliar mejor la vida personal y laboral;
  • ahorro en los costos de traslado y comida;
  • redistribución más equitativa del trabajo;
  • reorganización del cronograma de los procesos laborales ordenados según escala de prioridades;
  • agilizar la implementación de ciertos procedimientos en línea.

 

Dificultades para el trabajo remoto

De modo distinto solo una porción menor tuvo dificultades para desarrollar su tarea desde entornos virtuales. En ese sentido, solo un 15 % reconoce haber dejado de realizar algunas de las tareas previstas.

Además, se identificaron otras dificultades como las siguientes:

  • 52 % aumentaron las tareas con el trabajo no presencial;
  • 44 % aumentó la carga de trabajo;
  • 28% redujeron los períodos de descanso;
  • 47% extendieron su jornada de trabajo;
  • 34% tuvo dificultades para desconectar del trabajo.

 

Otros factores que afectaron el trabajo no presencial fueron:

  • la flexibilidad y disponibilidad horaria para atender requerimientos en todo momento, interrupción de la desconexión;
  • jornadas laborales demasiado extensas, no respeto al horario laboral;
  • imposibilidad de dar respuestas en un contexto de trabajo remoto;
  • factores emocionales ligados a la pandemia (encierro, incertidumbre, recorte a la vida social);
  • exceso de tiempo para responder algunas consultas que se resuelven con mejor comunicación en el “cara a cara”;

           

Apoyos recibidos

En cuanto a los soportes institucionales y apoyos recibidos se reconoce el bono de conectividad, apoyos económicos y  modems provistos por la UNC.

 Además, otros apoyos recibidos para mejorar la conectividad fueron: la compra de megas, mejora en los equipamientos, reintegros por arreglos, impresoras, amplificador de wifi, conexión vía cableado. 

 

Dificultades para el retorno a la presencialidad

Entre las principales dificultades que se reconocen para el retorno a la presencialidad plena, entre otras cuestiones, se identifican las siguientes:

  • falta de infraestructura necesaria;
  • equipamiento técnico está desactualizado;
  • impactos en la salud psicofísica;
  • dificultades por los cambios en la configuración familiar;
  • problemas con el cumplimiento de los protocolos sanitarios.

 

Aspectos positivos del retorno a la presencialidad

Entre las cuestiones valoradas en el proceso de retorno a la presencialidad se reconocen los siguientes:

  • fue ordenador porque permitió dimensionar los cambios, evaluar ventajas y desventajas del trabajo presencial y remoto;
  • habitar los espacios compartidos y lugares de pertenencia;
  • encontrarse con los compañeros, compartir, consultar de forma inmediata las dudas que surgen y resolverlas en el momento;
  • resolución de cuestiones a través cuestiones ligadas con la documentación impresa;
  • posibilidad de separar el espacio doméstico del ámbito laboral.

 

Evaluación general del trabajo remoto y sus potencialidades

De modo amplio podemos evaluar que existen ciertos aspectos del trabajo remoto que permite, de manera combinada con el formato tradicional presencial, pensarlo como un modo eficaz de resolver las cuestiones laborales específicas de nuestra facultad.

En ese sentido, rescatamos especialmente que:

  • 89% de las y los encuestados tiene una valoración positiva del trabajo bajo esta modalidad;
  • tan solo el 11% de las y los encuestados tiene una valoración regular del trabajo remoto.

Asimismo, resulta claro que durante los dos años de trabajo remoto se ha ganado experiencia en la virtualización de procedimientos que pueden ser capitalizados y fortalecidos en pos de la eficacia de la gestión, pero también en pos de aportar al bienestar de las y los trabajadores.

 

Iniciativas para el fortalecimiento de la gestión administrativa

Así como reconocemos la valoración positiva y la potencialidad de las modalidades remotas para el trabajo eficaz de las y los trabajadores de nuestra facultad, también se hace necesario poner en consideración aquellos aspectos que demandan procesos de fortalecimiento institucional.

Entre ellos entendemos que es necesario:

  • identificar y avanzar en procesos administrativos que requieren mayor o mejores procesos de digitalización;
  • implementar un programa de capacitación para usos específicos del Sistema GDE;
  • implementar un programa de capacitación en herramientas digitales para la coordinación del trabajo en equipo;
  • fortalecer las relaciones sociales y vínculo a través del trabajo presencial  e implementar estrategias de sensibilización que retomen el sentido de pertenencia a la Facultad;
  • relevar las  necesidades de equipamiento para un esquema de trabajo no presencial;
  • identificar los procesos de trabajo que requieren y/o admiten modalidades híbridas.

En función de los datos resultantes de la presente evaluación institucional, así como de la consideración de la propuesta de trabajo mixto elevada oportunamente por el claustro no docente se considera prudente y necesario establecer a través de resolución vicedecanal una proposición transitoria para el trabajo mixto (presencial y remoto) durante los meses de abril y mayo” en las condiciones establecidas por la resolución n°82/2022.

Tras dicho periodo, y a través de los mecanismos institucionales correspondientes, se evaluará la eficacia de dicho esquema y se considerarán los caminos a seguir.

Resolución