07 / Diciembre / 2017

Desde el año 2012 se celebra en Argentina el día del/a Trabajador/a Social enmarcado en el día Internacional de los Derechos Humanos, constituyendo el horizonte que da sentido al campo profesional de trabajo social.
La Facultad de Ciencias Sociales de la UNC y el Colegio de Profesionales en Servicio Social de Córdoba conmemoraron ayer este día reflexionando en torno a los nuevos y remozados dilemas que atraviesan las prácticas profesionales, y compartiendo el re–lanzamiento de la revista ConCiencia Social, que tiene como intención recuperar los debates y aportar conocimiento al campo disciplinar y a las Ciencias Sociales.

La apertura de la Jornada estuvo a cargo de Rossana Crosetto, directora de la carrera de licenciatura en Trabajo social de la FCS, y de Carolina Allende, presidenta del CPSSC.

Para Crosetto, en un escenario de violencia estatal y represión caracterizado por el brutal atropello a los derechos ciudadanos visibilizados en los casos de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Milagro Salas, entre muchos otros, donde se avanza hacia la liberación y ofensiva del capital pretendiendo impulsar la reforma laboral y previsional, de salud mental, de cobertura universal en salud, de ciencia y técnica, solo por nombrar algunas cuestiones, los Derechos Humanos constituyen el horizonte que da sentido al campo profesional del trabajo social. “Nuestras organizaciones, profundizó Crosetto, tienen como ejes rectores la defensa de los Derechos Humanos y de los principios democráticos, que requieren en esta coyuntura de compromiso político y conocimientos para construir alternativas que garanticen junto a otros y otras su defensa y efectivización”

En el cierre de su discurso, la directora de la carrera, muy emocionada, se sumó a la restitución de la nieta 126, bregando por memoria, verdad y justicia, lo cual arrancó el aplauso de todos y todas las presentes.

Carolina Allende se explayó sobre cómo la fecha del 10 de diciembre resignificó desde lo simbólico a la profesión del trabajo social, fortaleciendo en las convicciones de las prácticas el respeto por los Derechos Humanos. Lo cual interpela a reflexionar sobre las acciones permanentemente, “sobre nuestros posicionamientos éticos y políticos, sobre nuestras elecciones cotidianas en el ejercicio profesional, sobre la orientación que buscamos en las instituciones que nos forman, nos representan, nos cobijan y que somos responsables de darles sustento con nuestra participación.”

Luego de la apertura, se dio inicio al panel “Nuevos dilemas para el ejercicio profesional”, integrado por Natalia Becerra, Javier Sueldo y Ana Morillo, quienes recorrieron diferentes aristas sobre la profesión del trabajo social, desde la formación hasta el ejercicio activo y participativo en las instituciones, los gremios, la sociedad y el Estado.

El panel coincidió en la importancia de los encuentros para la reflexión, revisión y consolidación de las prácticas. Encuentros que a partir del diálogo, la participación y el consenso busquen la unidad en la diversidad entre académicos, investigadores, estudiantes y profesionales, para contribuir al fortalecimiento y jerarquización profesional e interdisciplinario y así abordar las transformaciones que el contexto argentino y latinoamericano demandan.

En el debate se visibilizó la necesidad urgente de organizar encuentros, como estas Jornadas, entre distintas unidades académicas, instituciones y organizaciones sociales, que ayuden a consolidar espacios de reflexión, análisis y discusión de ideas y experiencias que permitan discutir las relaciones que se establecen entre la universidad, el Estado y la sociedad, incentivando la participación activa de docentes, investigadores, estudiantes y graduados en las problematizaciones actuales.

Para terminar las Jornadas, Susana Andrada, Sergio Reynoso, Erica Giovana y Nora Aquín relanzaron la revista ConCiencia Social, nueva etapa en formato digital.

ConCienciaSocial, una publicación de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social de la FCS, renueva su propósito de compartir conocimiento e información a nivel nacional e internacional relacionados con los temas que afectan a nuestra sociedad, muchos de los cuales se constituyen en objeto de estudio y de intervención de nuestra profesión. Se trata de una publicación semestral, temática, con referato, que se encuentra organizada en cuatro secciones: Conocimientos, Contribuciones, Conversaciones y Consideraciones.

En esta etapa, tanto el nombre de la revista como el de sus secciones se hilvanan desde una preposición común, como tributo a la idea central que articula este proyecto: construir con otros, con ideas, trayectorias y geografías diversas.

Nora Aquín resaltó a la revista como una posibilidad para que alumnos, docentes, investigadores y graduados puedan compartir sus experiencias, dialogar con otros y otras en un espacio abierto al debate sin descuidar la excelencia que caracteriza a la publicación.

Entre varios puntos a resaltar, Erika Giovana se refirió a la importancia del formato digital de la revista, “con una clara apuesta al conocimiento abierto”.

Democracia, derechos humanos y trabajo social no es solo el título, para Giovana, si no el hilo conductor en donde cada nota, ensayo, artículos, obras, entrevistas pudo desatar parte del nudo problemático de la relación entre estos tres significantes. “Precisamente en este contexto el que pone en tensión al trabajo social en su ejercicio profesional en sus proceso de formación, requiriendo la necesidad de poner en lo público lo que hacemos y como lo hacemos, de forma situada y fundamentada”.

Exponer en lo público lo que trabajo social hace y la conceptualización de porqué lo hace, es decir su particularidad en tanto intervención fundada, aporta a la construcción de conocimiento para interpretar la realidad, jerarquizando a la profesión en su capacidad de transformarla en un sentido de justicia, independencia y soberanía.

La Decana de la FCS, Silvina Cuella, cerró las Jornadas agradeciendo la participación de los presentes, el esfuerzo por venir y poner sus reflexiones e ideas en debate, en tensión con nuestra coyuntura, que va desde las represiones a la recuperación de la nieta 126.

Para Cuella, “volver a poner la revista en pie es parte de la resistencia, y como venimos observando avances en reformas que nos hacen retroceder, también en el campo académico, en el modo de entender y hacer conocimiento viene teniendo una embestida importante que intenta poner a la universidad al servicio de los organismos y las empresas privadas”. En este camino la revista imprime otras formas, otras posibilidades de construir conocimiento y eso es un desafío que se enmarca en las complejidades que implican la facultarización

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