13 / Octubre / 2021
Votar es ante todo un derecho. Abre la posibilidad de poner en debate modelos, acciones, formas, proyectos, balances, sentidos y proyecciones.
En las próximas elecciones del 18 al 22 de octubre se definen representación y proyecto. A partir de allí, quedarán conformados espacios de gran relevancia en la dinámica institucional: el decanato y la gestión político-académica, los ámbitos de cogobierno, el órgano de representación gremial y el de representación institucional en la gestión de los asuntos estudiantiles.
Cada claustro, docentes, no docentes, estudiantes y egresados/as, se organizan en agrupaciones que expresan propuestas y modos de construcción para nuestra Facultad. Votar es la posibilidad de elegir, de decir, de expresar una intención en torno a los procesos de organización en la Facultad y en la Universidad, por donde transita cotidianamente nuestra comunidad universitaria.
Es importante votar como un acto relevante para la construcción democrática y el compromiso con la Universidad pública. Es un paso inicial. También es imprescindible que como ciudadanos/as universitarios/as nos involucremos, propongamos, cuestionemos, sólo así se podrán lograr cambios verdaderamente democráticos.
La elección directa de nuestros/as representantes permite pensar el espacio institucional de y para la comunidad universitaria. Posibilita que quienes son parte de la cotidianidad de la misma, definan qué esperan, qué evalúan y qué entienden como necesario y posible, dando razones para sostener que las instituciones pueden ser cada vez más democráticas.
A su vez, mientras más seamos los votantes de nuestra joven Facultad, mayor legitimidad tendrá el resultado y más posibilidades tendremos de hacer oir nuestra voz en la UNC.
No podemos dar por hecho la democracia. El derecho a votar garantiza que tenemos voz y que nuestras voces se escuchan. Mediante nuestra participación podemos incidir en la vida universitaria y ésta inicia acudiendo a emitir un voto informado, conscientes del valor que éste tiene.