15 / Noviembre / 2018

La Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC organizaron el martes pasado la segunda jornada en torno a la militancia universitaria en la década de 1980: " Homenaje a los 80'. Institucionalización democrática en la UNC: reapertura del Comedor, Extensión y construcción territorial, actividades académicas en post-dictadura". El encuentro, que contó con la presencia de la Decana de la FCS, María Inés Peralta, y del Decano de la FFyH, Juan Pablo Abratte, se propuso como un espacio de diálogo, intercambio y recuperación de la memoria de la UNC, en conmemoración de la Reforma Universitaria y como estrategia de lucha por la defensa de la Universidad Pública en un contexto histórico con evidentes indicadores de ataque. Es por ello que adquiere especial sentido recuperar las experiencias de resistencia y de emergencia de proyectos democráticos colectivos. El conversatorio fue atravesado por una persona fundamental para reconstruir el proceso de los '80: el Arq. Luis Rébora, quien en abril de 1986 fue electo Rector de la UNC en una Asamblea Universitaria histórica, donde se inicia una floreciente y democrática etapa en la Universidad que vuelve a poner en escena, entre otras varias transformaciones, el cogobierno tripartito entre los estamentos de docentes, egresados y estudiantes. En la gestión de Rébora se incorpora al estamento nodocente.

Dando continuidad al primer encuentro, se abordó la época exponiendo cómo la vida de estudiantes universitarios también se confundía con la militancia, lo cual permitía creer en que los desafíos de los proyectos se accionaban con la participación colectiva y la apertura política, con planteos y objetivos reales, discutidos y articulados con la sociedad. En este sentido, se hizo hincapié en dos experiencias, que con sus riesgos y dificultades, marcaron aquellos años: la extensión universitaria y la Mutual estudiantil.

La primera en tomar la palabra fue Adriana Di Lollo recordando que cuando en mayo de 1986 asumieron las funciones con la gestión del electo Rector de la UNC Rébora "lo hicimos convencidos que formábamos parte de un proyecto de universidad que en líneas generales habíamos definido el conjunto de los universitarios de distintas disciplinas, de un amplio espectro generacional y con distintos grados de participación", entendiendo que la misión fundamental de la universidad es la de preparar y contar con recursos humanos de alto nivel, capaces de conducir las tareas específicas para superar la crisis estructural en la que estaba nuestro país.

Mariano Faraci, Secretario de Extensión de la gestión de Rébora, se preguntó ¿qué significaron aquellas políticas en el devenir de la universidad que tenemos hoy?, haciendo un despliegue de una amplio plan de extensión universitaria con programas de vinculación con la sociedad y los barrios con lo que trató de visualizar cómo primero buscaron definirse políticamente para luego, desde allí, disputar la idea de universidad, la cual incluía la reapertura del Comedor Universitario (cerrado y desmantelado por la dictadura), la inauguración del Cineclub Universitario, la creación de la revista Hoy la Universidad, entre otras. Esto mostraba cómo la universidad fijaba posición y ponía en tensión la lucha sobre qué universidad se quería. Allí, resaltó Faraci, dos fueron los cimientos fundamentales: el trabajo con las unidades académicas, donde la mayoría no tenía desarrollos extensionistas ni secretarías de extensión y la articulación con los trabajos solidarios que llevaba adelante el movimiento estudiantil.

Javier Quinteros relató cómo la reapertura y puesta en funcionamiento del Comedor Universitario fue una decisión política en una coyuntura marcada por una fuerte crisis económica. Apertura que, con el regreso de la democracia, fue posible gracias a una decidida lucha estudiantil para recuperar un derecho que se había perdido. Así, la administración y gestión del comedor fue parte de una política que incluía también la creación de una mutual estudiantil.

Los ´80 estuvieron marcados por los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia, el papel de los y las jóvenes es político; está atravesado por la figura de las ausencias, de los cesanteados, de los desaparecidos. A partir de esto se (re)piensa la política académica: los planes de estudios, el ingreso irrestricto, la cobertura médica, la recuperación del comedor universitario, sin descuidar el eje central del debate que cubre a toda la sociedad: autoritarismo - democracia.

Muchas fueron las reformas introducidas por aquel movimiento verdaderamente transformador. Algunas de esas conquistas, sobre todo en su espíritu y actualizadas a los tiempos que corren, siguen hoy revoloteando la vida universitaria: la recuperación de los centros de estudiantes y la FUC, la democracia universitaria y el co-gobierno cuatripartito son algunas de ellas. Discutirlas, repensarlas, reescribirlas constantemente es un compromiso y una responsabilidad con el legado y la memoria.