04 / Mayo / 2020

Hoy, 4 de mayo, se cumple el aniversario número 30 del Centro de Estudios Avanzados de nuestra Facultad. La Decana María Inés Peralta comparte estas palabras:

Los aniversarios, momentos de nacimiento y renacimiento, de balances y proyecciones, de superposiciones entre lo viejo y lo nuevo.

Hace 5 años, en el aniversario de los 25 años, el CEA se encontraba trabajando mancomunadamente con la Escuela de Trabajo Social y el Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública para hacer realidad, por fin, el proyecto de Facultad de Ciencias Sociales en la UNC. 

Hoy, en este nuevo aniversario, el de los 30 años, ya se encuentra formando parte y construyendo la ansiada Facultad, con muchas dificultades pero con mayores convicciones  y certezas respecto al papel  fundamental de las Ciencias Sociales  y de nuestra comunidad de Sociales, para hacer de éste, un mundo mejor.

El contexto particular que estamos atravesando reafirma ese papel fundamental y ese objetivo. Adriana  Boria refiere a este momento de la fiesta sin las corporalidades y se pregunta ¿,en qué sujetxs devendremos cuando termine esta experiencia? ¿devendremos otrxs sujetxs?  

En sintonía con las preguntas y las respuestas que podamos plantearnos  en un contexto que nos demanda encontrar  las mejores versiones de nosotrxs mismxs para la reconstrucción de ese mundo mejor, no encuentro mejor expresión que la que nos regala el CEA  para pensar/nos, sentir/nos y conmover/nos. Me refiero a la precisa y sutil elección de las palabras de Toto Schmucler con las que  "invitan" a este festejo de los 30 años:

"La historia de las ideas se beneficiaría reconstruyendo el proceso por el cual el adjetivo ‘apocalíptico’ impuso su significación catastrófica sobre el nombre ‘apocalipsis’, que desde el griego traduce el sentido de revelación y que anuncia la más alta esperanza imaginable: el triunfo para siempre de la justicia, el final de los tiempos de desamparo. […] “El Apocalipsis señala la posibilidad de otro vivir, con palabras que admiten el renacer de las cosas en lugar de las cansadas palabras que apenas son elementos de un código que solo nombra lo previsible. En el camino que llevó a que ‘apocalipsis’ se transformara en el lugar común de lo indeseable en reemplazo del anuncio que sostiene la esperanza, se reconoce el repetido gesto de aquello que se obstina en permanecer sin cambio”. H. S

María Inés Peralta
Decana 
Facultad de Ciencias Sociales UNC