10 / Septiembre / 2021

A partir de la combinación de diversas fuentes públicas de información y el conocimiento de los barrios de los distintos equipos de investigación, la Facultad de Ciencias Sociales elaboró un mapa de la ciudad de Córdoba que distingue los sectores según su nivel socioeconómico (NSE). El trabajo permite mostrar en territorio las diferencias en el acceso a derechos y en el impacto de la pandemia.

En el marco de su proyecto de investigación institucional “Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional”, la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la UNC diseñó un mapa de la capital provincial en el cual se divide a los distintos sectores en función de cinco niveles socioeconómicos (NSE), según las características generales de los hogares. 

Se trata de un insumo que permite observar las desigualdades en territorio, es decir, las diferencias en el acceso a derechos y en el impacto de la pandemia sobre familias ubicadas en las distintas zonas de la ciudad.

Las zonas identificadas en el mapa no son uniformes, sino que en cada una de ellas hay una mayor proporción de hogares con determinadas características. El procedimiento utilizado para su elaboración combinó diferentes tópicos de información referidos a las zonas geográficas: los servicios disponibles, la composición de los hogares, el valor del suelo urbano, entre otros, para construir una categorización que aproximara una diferenciación de la ciudad según NSE.

Para desarrollar el mapa, las y los investigadores de la Facultad armonizaron también diversas fuentes de información: datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), de la Municipalidad de Córdoba, de la Infraestructura de Datos Espaciales de la Provincia de Córdoba (IDECOR) e información empírica de equipos de investigación de la FCS. 

La apuesta fue construir una representación geográfica de la ciudad a partir de información actualizada, que permite reconocer de qué manera la localización de los hogares en la capital se vincula con las modalidades diferenciadas en que acceden a derechos.

 

El mapa elaborado se puede ver con mayor detalle aquí y descargarse en calidad de impresión aquí. Para contar con mayor información respecto a la estrategia metodológica de elaboración del mismo, puede consultar el documento el Anexo "¿Cómo se elaboró este mapa acerca de las desigualdades en territorio?".

Algunas significativas lecturas a partir del trabajo:

División social del espacio en Córdoba

Una primera lectura e interpretación del mapa construido nos permite identificar la modalidad de la división social del espacio en la ciudad, en la que se presentan sectores diferenciados según NSE de los hogares: 

  • La localización del NSE Alto en un área que históricamente se fue configurando como espacio residencial de esta población (eje noroeste), pero también en otras áreas periféricas del sur de la ciudad, producidas por el mercado inmobiliario con tipologías de countries y barrios cerrados en los últimos 30 años, remarcando procesos de segregación urbana en dichos sectores de la ciudad.
  • El área central y pericentral de la ciudad se encuentra habitada por hogares de NSE Medio y Medio Alto.
  • Los hogares de NSE Bajo y Medio Bajo residen principalmente en las áreas periféricas de la capital, en los bordes de la Av. Circunvalación, caracterizadas por menor calidad de los recursos urbanos (servicios, calidad ambiental) y mayores distancias a las centralidades. 

Una imagen de las heterogeneidades territoriales

Como todo aglomerado urbano, en la ciudad de Córdoba se observan heterogeneidades territoriales: los servicios no están distribuidos de manera homogénea, como no lo están las características de las viviendas, la composición de los hogares o el acceso a la salud o a la educación. 

Por ello, este mapa es un insumo para ser utilizado en relación a las claves y los datos de la etapa cuantitativa del estudio, a las que puede accederse aquí

 A modo de ejemplo señalamos que, al vincular la representación territorial con la información de acceso a derechos e impacto de la pandemia que se relevó en el trabajo, puede advertirse:

  •  Las zonas de la ciudad con mayores limitaciones de acceso a servicios básicos (como gas y cloacas). Recordemos que, aunque 72,7% de los hogares en promedio accede al gas natural, sólo 6,8% en los sectores de NSE Bajo puede contar con el mismo. En el caso de cloacas, el 48,6% de los hogares en promedio cuenta con ese servicio, pero sólo el 14,3% de los hogares de sectores bajos.
  • La desigual cobertura de salud de los hogares según las regiones de la ciudad: en las zonas identificadas como de NSE Bajo, el 50% de los hogares solo cuenta con la cobertura del sistema público de salud, mientras en las de NSE Alto más del 90% accede además a otras coberturas (obra social, PAMI o servicio prepago).

  • Los barrios de la ciudad que tuvieron mayores dificultades para sostener la continuidad educativa en pandemia: en primaria, las y los estudiantes vinculados de manera permanente alcanza 71,9% (en promedio), aunque en los sectores de NSE Bajo esa situación alcanza a 56,9% de niños y niñas; en secundaria, alcanza al 60,3% (en promedio) de las y los alumnos, pero en los hogares de NSE Bajo la vinculación permanente se reduce a 55,1%.

  • De qué manera la pandemia influyó en el trabajo y en los ingresos de los hogares, pues si bien su impacto negativo fue generalizado también fue desigual: por caso, 80,5% de los hogares de los sectores de la ciudad de NSE Bajo redujo sus ingresos, con consecuencias sobre esos territorios específicos.

  • El impacto diferencial del COVID en los barrios de la ciudad: la proporción de contagios de COVID en los hogares de los sectores de NSE Bajo es un 70% mayor que en los hogares de NSE Alto.
     

En suma, puede usarse esta misma sectorización y la información del estudio para analizar -en una perspectiva de acceso a derechos- otras características de la población de la ciudad de Córdoba, como aspectos más detallados de la inserción ocupacional (dónde hay más informalidad, autoempleo, etc.), del impacto de la pandemia en el ámbito laboral (pérdida de puestos de trabajo, reducción de horas, mayor o menor presencia del teletrabajo, etc.), de las modalidades educativas en pandemia (dónde las y los alumnos estuvieron vinculación permanente, intermitente o desvinculación con la escuela), de la atención de salud en pandemia (dónde hubo mayores necesidades o dificultades de atención médica), entre otras posibilidades.

La FCS considera que la identificación de zonas geográficas de la ciudad con diferente grado de vulnerabilidades representa un insumo indispensable para la discusión de políticas públicas urbanas.