A 9 años de la primera e histórica marcha bajo la consigna “Ni Una Menos”, desde el Programa de Feminismos, Sexualidades y Derechos invitamos a la comunidad de Sociales a participar de manera activa a las diversas actividades que se desarrollan en el marco de un nuevo #3J.
El escenario que estamos atravesando es alarmante. De acuerdo al informe publicado por el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro, de lo que va del año hasta el 31 de mayo del corriente año, se registraron 127 víctimas de violencia de género: se produjeron 114 femicidios y vinculados de mujeres y niñas, 3 lesbicidios, 1 trans-travesticidio y 9 femicidios vinculados de varones adultos y niños. Los datos más relevantes son que 124 hijas /hijos quedaron sin madre, el 63% son menores de edad; el 56 % de los agresores eran parejas o exparejas. Como cada informe lo demuestra, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor (58% fueron asesinadas en su hogar).
Por otro lado, el informe elaborado por el Observatorio MuMaLa revela que desde el 1 de enero al 29 de abril de 2024 se han producido 72 femicidios. Con apenas cuatro meses ya hay un femicidio cada 40 horas: 53 femicidios directos, 3 trans/travesticidios, 2 vinculados de niñas/mujeres, 6 vinculados de niños/varones, 6 feminicidios por narcotráfico/crimen organizado, 2 suicidios feminicidas. El informe también registró 172 intentos de femicidios.
Las violencias patriarcales se siguen produciendo y reproduciendo en un contexto agravado por la crisis económica, social y ambiental a partir de las medidas adoptadas por el gobierno nacional y en algunos situaciones adheridas a nivel local. La desjerarquización del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, replicándose en la provincia de Córdoba, el vaciamiento y desfinanciamiento de la ESI en las provincias y de la estructura de la Ley Micaela; la suspensión del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), los despidos en áreas y programas de género, como el caso de los contratos por la Ley de Cupo Laboral Trans, el cierre del INADI. Sumado a estas medidas, la no distribución de alimentos a organizaciones sociales que sostienen miles de comedores y merenderos en todo el país como estrategia colectiva para palear la crisis alimentaria. Dichas medidas, no solo son un retroceso en materia de derechos sino que forman parte de un conjunto de políticas que reproducen visiones patriarcales, habilitando nuevos discursos y prácticas de odio y crueldad en la sociedad.
Para este #3J creemos que es necesario seguir redoblando nuestros compromisos en pos de una formación con perspectiva feminista, que pueda abrir debates en torno a nuestro ejercicio profesional en los distintos campos laborales. Como así también como unidad académica poder aportar desde la investigación y extensión a procesos colectivos de organización y de producción de conocimientos que sumen otras miradas para elaboración de políticas que aborden de manera integral las violencias heterocispatriarcales.
Desde el Programa, promovemos el encuentro como comunidad educativa para seguir aprendiendo de las múltiples experiencias que los movimientos feministas vienen construyendo hace años y seguir apostando a la construcción de una facultad libre de violencias.