El jueves 5 de julio se presentó en la Facultad el Nº2 de Cuadernos de Coyuntura sobre "Desigualdades" y específicamente a las luchas por la igualdad. El encuentro contó con la presencia del editor general de la publicación, Carlos La Serna, los editores temáticos Alicia Soldevila y Javier Moreira Slepoy, y la participación especial del Prof. Carlos M. Vilas de la Universidad Nacional de Lanús.
Al inicio Carlos La Serna presentó las condiciones actuales de un neoliberalismo que adopta las formas más salvajes y donde las demandas sociales ganan casi cotidianamente la calle y los medios de comunicación masivos ya no pueden ocultar. Al mismo tiempo expuso que la desigualdad es constitutiva de la sociedad capitalista; pero su configuración y dinámica no es homogénea ni es su tiempo ni en el espacio: “No hay una sola configuración capitalista, aunque sí, lo que constituye el núcleo duro del capitalismo es la propiedad de los medios de producción y la desigualdad que ello configura”, enuncia. A su vez, la política y lo político representan los espacios que han forzado y fuerzan regímenes diferenciados del capitalismo.
A continuación Javier Moreira detalló que en el contexto reciente del gobierno de “Cambiemos” y la reimposición aguda de políticas neoliberales -o posneoliberalismo-, los artículos de “Cuadernos de Coyuntura Nº2 “pueden configurarse en tres coordinadas de lecturas:
1. Un plano estructural de lo que estamos viviendo: Bajo la reconstitución del poder del clase y particularmente de las clases financieras globales, sin requerir de “una ficción ideológica del Estado” y caracterizado netamente por lo financiero. Lo que incita a pensar sobre los límites de una economía al servicio de las finanzas y las condiciones políticas para su imposición que, evidentemente, tienen que ver con la violencia.
2. Un plano de las regulaciones en las políticas públicas: Aquí plantea el interrogante de que si este neoliberalismo tiene más que ver con el Consenso de Washington bajo la fuerte concepción ideológica de un Estado apartado, o bien, con el Consenso de Beijing sobre la base de un neoliberalismo que usa al Estado para valorizar. Y así reflexionar sobre que este gobierno no podemos decir que se retire del negocio de las finanzas pero si se está retirando de la educación, salud, etc.
3. Un plano de la constitución de las identidades políticas con la intención de reemplazar las subjetividades ciudadanas que tenían que ver con el mundo del trabajo, los derechos y la ciudadanía por individuos competitivos, meritocráticos e individuales que tiende a desmontar el imaginario de los derechos. Ante lo cual, el docente de la FCS cree que el diagnóstico tampoco debe ser tan negativo porque encuentra a una sociedad organizada: “No hay medidas anti-populares sin resistencias”, determinó.
Por su parte, Alicia Soldevila explicó que el número 2 de “Cuadernos de Coyuntura” sigue reflexionando sobre el neoliberalismo como estructura de opresión patriarcal y colonial, buscando visibilizar cómo se expresa este neoliberalismo en las políticas, en las instituciones y también en las prácticas de resistencias desde los colectivos y que hoy se expresan de manera vertiginosa. Además de ser un fenómeno complejo con particularidades en la coyuntura actual de la Colación Cambiemos donde los derechos sociales y humanos son puestos en cuestión.
La docente presentó los ejes pensados para estructurar los 16 artículos que componen este 2º ejemplar, los cuales dan cuenta de los procesos de lucha gestados a través del discurso como así también de las preocupaciones de los y las docentes de nuestra Facultad. A la vez, cuenta con una entrevista realizada a Sonia Torres, titular de la Delegación Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo compartiendo la visión de la coyuntura política nacional y las luchas de los movimientos sociales.
En particular, Soldevila hizo mención al eje de movimiento de mujeres y feministas donde hay algunos artículos trabajados en intersección y otros específicamente trabajados desde una perspectiva feminista que abordan temas históricos y presentes de la lucha de mujeres y feministas con una fuerza inusitada en el espacio público poniendo en la agenda pública reclamos, propuestas y acciones ligadas a la violencia machista donde el femicidio es la expresión más cruel. La publicación propone una discusión en torno a la problemática de la violencia de género, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y el rol de los medios de comunicación. Finalmente, retomó a Rita Segato puesto que ante la atrocidad del neoliberalismo, hablar de desigualdad resulta poco y refiere al concepto de “dueñidad”. Así es imposible hablar de patriarcado separado del neoliberalismo, ambos forman parte de sus mecanismos de crueldad.
El último en tomar la palabra fue Carlos Vilas, quien a partir de la temática de la desigualdad social planteó ideas en un sentido amplio, en sus múltiples dimensiones. Partiendo de que toda sociedad está cruzada por múltiples diferencias y eso es lo que hace atractivo al género humano. Pero lo problemático es cuando las diferencias generan efectos sociales (prestigio social, ámbitos de acción, accesos a recursos, asignación de comportamientos, etc.) y ahí aparece la desigualdad. “El problema no son las diferencias, sí las desigualdades. Y por lo tanto las condiciones sociales y políticas que generan esas desigualdades”, afirmó el profesor de la Universidad de Lanús.
¿Y por qué son importantes las desigualdades? - continuó Vilas-. Hay una pluralidad de respuestas, para el neoliberalismo la desigualdad no es un problema; o un problema de desperdicio de recursos como sostiene el Banco Mundial, imponiendo sociedades profundamente desiguales.
A la vez, expuso otros argumentos y uno de ellos es político. “Una desigualdad profunda vulnera la cohesión social y por lo tanto debilita la consistencia del sistema político, restándole eficacia al Estado. Por esto todos los regímenes políticos se encargan de prevenir que la desigualdad seas vista como injusticia”. Aunque consideró que toda sociedad tienen un cierto margen de tolerancia hacia las desigualdades y frente a ciertas acciones para reducir las desigualdades (asignación universal por hijo, conectar igualdad, etc.) reaccionan mal.
Para Vilas, hay dos maneras de manejar esta tolerancia: Una pone el énfasis en las acciones públicas del Estado para producir niveles de consentimiento tales como las escuelas, los medios, la iglesia, etc. Y la otra es el “principio de desigualdades toleradas” propuesto por el sociólogo peruano Carlos Franco, que consiste en la eficacia del poder político para acotar todas las desigualdades que son incompatibles con una gestión política al tiempo que usar los recursos de la economía para expandir todos los derechos que no sean incompatibles con la propiedad del capital y los funcionamientos del mercado. “Cada régimen político tiene su sistema de desigualdades o de injusticia”, aseguró.
“La relevancia del tema de la desigualdad no surge ahora, ni está vinculado un sistema económico determinado, sino que es una lucha por vivir en una sociedad un poco más vivible. Es una lucha de concepciones de los seres humanos, sobre lo que es igual, lo que es diferente y quién lo decide”, dijo.
Para concluir, el docente invitado aseveró que el hecho evidente es que la desigualdad aumenta en todo el mundo tanto en los países pobres como en los ricos. Es que la sola dinámica de la estructura económica permite que las desigualdades se vayan ampliando y el sector financiero incrementa la presión y decisión de los más ricos sobre los más pobres. En tanto, este panorama sólo podría cambiar con una intervención política, sin embargo, las transformaciones son complejas y no están a la vuelta de la esquina, concluyó.