En el marco del Proyecto que aprobó el Consejo Consultivo de la FCS-UNC (Res 715/2017), este lunes se inauguraron los baños universales de Sociales. Esta iniciativa se sitúa en las líneas de trabajos y en las políticas públicas en cuanto a ampliación de derechos y libertades, que la Facultad viene impulsando desde sus inicios.
El objetivo es extender la iniciativa a otros baños del edificio, y que la propuesta sea tomada por el resto de las Facultades de la Universidad Nacional de Córdoba.
La tarea cultural de eliminar la separación histórica entre hombres y mujeres al ingreso de un baño público fue una propuesta de la agrupación estudiantil “La Juana”. Para Florencia e Irina, militantes de esta agrupación, los baños universales son una herramienta más para visibilizar que las identidades sexuales van más allá del binario hombres-mujeres. Estos baños buscan atacar las heterónomas que nos van imponiendo desde que entramos a las instituciones, donde nos educan “los nenes con los nenes, las nenas con las nenas y perdemos de entender al otro como un sujeto igual y tenemos que empezar a separarnos”. De este modo, la conquista pasa por recuperar espacios para reconocernos, y a partir de allí, pensarnos y construirnos como personas.
Ellas y ellos entienden que la lucha es colectiva y debe darse en diferentes espacios, por lo que la inauguración de baños universales es una herramienta concreta que permite ir construyendo una institucionalidad que cuestione los patrones heteronormativos y hegemónicos en los espacios educativos. Desde esta perspectiva el desafío es construir una Facultad que no sólo sea referente en discusiones y producción de debate sobre géneros, sino que incorpore también en su institucionalidad una perspectiva decididamente antipatriarcal y disidente, que cuestione las violencias que operan cotidianamente sobre los géneros y las identidades LGTTTBIQ.
A continuación, compartimos la poesía escrita por Lucia Bertona, para la ocasión, y leída en el acto de inauguración.
- Y a qué hora nos juntamos hoy?
- A las cinco estoy por los banquitos de la facu.
- dale, nos vemos ahí.
*
- ya estoy acá. [pienso en escribirle, aunque quisiera también estar en otros lados, desvistiendo las ropas que tanto pesan, preguntándome ¿quién soy?, ¿a alguien le importa quién soy, si sigo siendo con otres?] mejor le escribo que llego tarde [si tanto falta para seguir desnudando todavía acá].
*
- hola, te estaba esperando
- estaba allá, sentada
- Ahh, no te reconocí
- pero estaba ahí, visible [¿visible? y yo que recién me andaba preguntando por la mirada de lxs otrxs]. Bancame, tengo que ir al baño [¿tengo?]
*
bajo las escaleras (nadie me pregunta), llego al kiosco (solo me preguntan si el pebete de jamón o de salame), saludo a un amigo (y sólo, ¿cómo estás?)
*
llego al baño: ¿dama o caballero? [y yo que pensaba que las ropas ya eran demasiado pesadas] Si, de nuevo los carteles.
Pensé, ¿por qué no caca o pis? (así sería menos vergonzoso cagar en la facu)
Pensé, ¿por qué no parada o sentada?
¿Por qué no sin puertas o con puertas?
¿limpios o meados?
¿con o sin papel?
*
entré al de "ellas", como desde chiquita me habían enseñado cuando íbamos a comer a algún lado en familia. Siempre era tan raro esperar el de al lado que ya estaba desocupado. En casa no era así. Pero esto era un baño PÚBLICO decía mi mamá, que obviamente era la única que podía acompañarme al baño porque papá no podía entrar al baño de mujeres.
*
había uno vacío. Me metí, y volví a desvestirme.
me hacía mucho pis.
¿cómo aguanté tanto?, pensé
*
- uhhh! cuánto tardaste piba
- había mucha mierda
- en el mundo hay mucha mierda. vos viste cómo nos corrió la cana en la marcha de ayer?
- sí, no hay forma chabón, estamos cagadxs.
- sí, hay que transformar a todo lo que no nos deja ser
Y A VOS.. ¿qué no te deja ser?
¿de qué MIERDA te querés deshacer en los minutos que dura ese acto político de ir al baño?