14 / Diciembre / 2017

El lunes pasado, en el Centro de Perfeccionamiento “Ricardo C. Núñez” de Tribunales Federales I, se realizó la actividad de cierre del curso de posgrado "Violencia de género desde un enfoque insterdisciciplinario. De las palabras a los hechos", organizado conjuntamente por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC y la Oficina de la Mujer del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba. La actividad estuvo presidida por la Decana Normalizadora de la FCS, Silvina Cuella, y la titular de la Oficina de la Mujer y vocal del Tribunal Superior de Justicia, Mercedes Blanc de Arabel. 

En el marco de la presentación, Cuella destacó los desafíos y perspectivas que encuentros como éstos presentan en el camino complejo de la facultarización. Siendo instancias que motivan el debate y las reflexiones sobre "lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser" y que permite, en esta línea, abordar las problemáticas sociales que nuclean en las políticas institucionales: su desafío central. Por su parte, Blanc de Arabel valoró a la actividad como forma de espacio articulador entre la justicia y la sociedad. Seguidamente, como broche de oro de esta importante actividad de formación cogestionada entre la facultad y el poder judicial, la prestigiosa antropóloga y pensadora feminista Rita Segato brindó la conferencia "Pensar la violencia de género. Sin entender no encontraremos la salida". 

Segato fue contundente desde sus primeras palabras, “estoy desilusionada con la justicia, la ley y el derecho” dijo, y propuso conversarlo, debatirlo en un lugar como Tribunales Federales y así reflexionar respecto de las tensiones presentes en un escenario donde se plantea la vigencia de los derechos, las leyes y la justicia. En este sentido, planteó que un sistema de justicia que piensa que la cárcel es la solución para los problemas es un sistema absurdo. “La amenaza de la sentencia no causa comportamientos y no modifica comportamientos.” La ley tiene que persuadir y disuadir. La ley se tiene que transformar en una herramienta que sensibilice a las personas, que las convenza, sino no alcanza, no tiene eficacia material. Existe, pero es letra muerta; “es un problema estructural. La estructura existente no puede auxiliar a las mujeres por su estructura. ¿Qué hay que impide su eficacia? ¿qué hay que hace que la ley y el derecho no funcionen?”.

La antropóloga feminista también hizo un recorrido por algunos de los conceptos que aborda en su libro “Estructuras elementales de la violencia”, lo cual le sirvió para explicar la complejidad de la temática de la violencia de género y cómo atraviesa a toda la sociedad en todas sus esferas. Con ejemplos puntuales mostró que las víctimas de ataques sexuales fueron denuncias por violaciones en universidades, sindicatos, familias, escuelas. Resaltó que los mandatos de la masculinidad se dan mediante el control de los cuerpos y el acceso sexual a las mujeres. “La violación es un correctivo al desacato patriarcal ¿Qué percibe el patriarcado como desacato? La felicidad femenina, la plenitud de la mujer, su belleza, sus modales, su actuar sin necesidad de tutor ni patrón. Esto es un desacato que, cuando sucede, el violador debe castigar por la fuerza o por el crimen y así moralizar y adquirir la “tributación”. De esta forma la “cofradía masculina” construye la potencia de su poder. Desde esta perspectiva, para Segato, “el violador es el más moral de los sujetos”. Ejerce el control de la masculinidad, en su poder están moralizando a la víctima. En él irrumpen valores que están presentes en toda la sociedad, “es el protagonista de una acción que es de toda la sociedad, una acción moralizadora de la mujer”.

En este camino, para Segato la violencia contra las mujeres es un síntoma del momento del mundo, no es solamente una relación entre hombres y mujeres, es un contexto que tiene que ver también con lo económico y lo político.  “Estamos en una época de dueñidad. El mundo como un mundo de dueños. Hoy los representantes de las riquezas son también los dueños de las riquezas, y allí existen figuras que son dueñas de la vida y la muerte” Eso irrumpe un mandato de masculinidad, de potencia, en donde los hombres prueban su potencia mediante el cuerpo de las mujeres.

Para el cierre de la conferencia el énfasis estuvo puesto en explicar de modo crítico el proceso de naturalización, que las relaciones de fuerza, despotismo y avasallamiento se imponen sobre el mundo, que “desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos estamos bajo un ojo juzgador:  para las mujeres es la sospecha moral, para los hombres la sospecha de no ser suficientemente hombre. Y esto es una bomba de tiempo constante”.

Con la conferencia de la reconocida investigadora, se dio por finalizado el curso en el que participaron integrantes del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba, realizado a partir de un convenio entre el Centro de Perfeccionamiento Ricardo Núñez del Poder Judicial y la Facultad de Ciencias Sociales. La Secretaria de Posgrado, Liliana Córdoba, remarcó la predisposición de la Facultad en la elaboración de una agenda de trabajo conjunta con el Centro de Perfeccionamiento, que en perspectiva, puede significar nuevas propuestas de capacitación.

Las coordinadoras académicas del curso de posgrado y docentes de la Facultad, Alicia Soldevila y Gabriela Rotondi, elaboraron una propuesta educativa que fuera más allá de lo jurídico y comprendiera una mirada amplia sobre el tema de la violencia de género que propicie otro tipo de argumentación sobre la temática entre integrantes del Poder Judicial.